He visto cosas locas y también a locas haciendo cosas. Sinceramente, había olvidado que hoy se celebra algo “importante” (soy pésimo, pero pésimo con las fechas, los nombres y, en general, con todo lo que implique recordar).

El caso es que una amiga—linda, pero un poco loca—me despertó a las 3 a. m. para recordarme que hoy es San Valentín. No la culpo; para ella ya eran las 4 p. m., mientras que para mí eran las 3 a. m. (Time difference is a btch*).

Aprovechando que el sueño se me fue a las 3:25 a. m., pensé: ¿por qué no escribir algo al respecto?

San Valentin, ese día del año en el que las calles se llenan de globos rojos, flores que morirán en tres días y chocolates que probablemente terminarán en el escritorio de algún compañero de trabajo. Es el día en que el amor se mide en likes, cenas caras y en la cantidad de veces que alguien dice "te amo" con un emoji de corazón 🩷.

Ese día en que el amor está en el aire… pero también el olor a derrota. VAmos, seamos honestos, no todos salen victoriosos en esta fecha. Mientras algunos disfrutan de cenas románticas y fotos perfectamente editadas en Instagram, otros caen en combate.
Asi es, San Valentín también es el Día de los Soldados Caídos, esos ¿valientes? que, con el corazón en la mano (y a veces un ramo de rosas y un peluche gigante), se declaran a alguien que simplemente no les corresponde.

Los soldados caídos son los verdaderos mártires de San Valentín. Son los que, con toda la ilusión del mundo, se arman de valor para confesar su amor… solo para recibir un "te quiero, pero como amigo" o, peor aún, un "es que estoy enfocándome en mí mismo/a ahora".

Y ahí están, con su ramo de flores marchitándose más rápido que su dignidad, mientras el resto del mundo sigue celebrando. Pero no te preocupes, soldado caído, porque al menos tienes una historia que contar y un meme que compartir en el grupo de WhatsApp. Y recuerda: el rechazo también es una forma de amor… Nada dice "te quiero" como un portazo en la cara o un "no eres tú, soy yo". Es casi poético. (hahaha nope, el rechazo es rechazo)

Luego están los solteros, esos que dicen que "no necesitan a nadie para ser felices" mientras comen helado directamente del envase y ven Cuevana3 en pijama.
Pero, hey, no todo está perdido. San Valentín no es solo para parejas, ¿verdad? También es para celebrar el amor de los amigos, esos que siempre están ahí para recordarte que, aunque no tengas pareja, al menos tienes con quién quejarte del trabajo.
Seamos honestos, ¿qué mejor manera de pasar San Valentín que con tus amigos, criticando a las parejas cursis y riéndote de los soldados caídos? Es casi terapéutico.

No podemos olvidar a los que pasan San Valentín en el trabajo, ese lugar donde el amor se mezcla con la incomodidad.
Está el compañero que recibe un ramo de flores gigante y lo deja en su escritorio para que todos lo vean (sí, lo sabemos, tienes pareja, felicidades). Luego está el que se queja de que "esto es solo un invento comercial" mientras revisa si alguien le mandó algo.
Y, por supuesto, está el jefe que programa una reunión a última hora, porque nada dice "te odio" como arruinar los planes de cena de sus empleados.
En el trabajo, San Valentín no es un día de amor, es un día de supervivencia.

Por último, están los que huyen de este día como si fuera una plaga. Los que dicen que "es cursi y comercial" mientras secretamente desean que alguien les mande aunque sea un chocolate vencido.
Estos son los que se refugian en el cine viendo películas de acción o en casa, fingiendo que es un día cualquiera.
Pero, seamos realistas, no puedes escapar de San Valentín. Está en las redes sociales, en los anuncios, en los globos que venden en cada esquina.
Es como intentar ignorar a ese compañero de trabajo que habla hasta por los codos y se mete en conversaciones repentinamente: imposible.

Ahora, pongámonos serios (pero no demasiado, no quiero arruinar el sarcasmo).
El amor, según los griegos, tiene varias formas :

• Eros  (amor romántico)
• Philia (amor de amistad)
• Storge (amor familiar)
• Ágape (amor incondicional).

San Valentín, en su versión comercial, parece obsesionado con Eros, ese amor apasionado que se celebra con cenas a la luz de las velas y promesas que a veces duran menos que el postre.
Pero, ¿y los otros tipos de amor? ¿Por qué no celebramos también a los amigos que siempre están ahí, a la familia que nos soporta y a ese amor incondicional que damos sin esperar nada a cambio?

San Valentín podría ser más que un día para las parejas. Podría ser un recordatorio de que el amor tiene muchas caras y que todas merecen ser celebradas.
El amor no es solo un ramo de flores o un "te amo" en Instagram. Es un acto cotidiano, una elección constante y, a veces, un meme compartido a las 3 de la mañana.

Para cerrar, ya sabes… Y si todo falla, siempre puedes comprar chocolates en oferta el 15 de febrero.
Al final, el amor puede ser complicado, pero el chocolate nunca decepciona.

Feliz San Valentín… o lo que sea que estés haciendo hoy.